miércoles, 22 de septiembre de 2010

Desde el ayer...


Tu sonrisa volvió a mi en un sueño y así, sin pedir permiso, el pasado vino a darle una nueva ilusión a mi vida. Hoy, ese recuerdo que fue sueño, me desvela y mi esperanza lucha con mi racionalidad para mantenerte aquí.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Desnuda.


Desnuda en medio de la ciudad, sintiendo el viento frio en mi piel, mi cuerpo mojado por la llovizna, mis pies descalzos se lastiman en la veredas rotas, cada centimetro de mi tiembla; intento en vano cubrirme con mis brazos; camino lento tratando de ocultarme de la mirada de los demás... aunque nadie me ve, los que transitan a mi alrededor no reparan en mi desnudez, en mi cuerpo expuesto al frio de la lluvia de invierno; ellos siguen su camino, si acaso alguno me mira, sus ojos muestran indiferencia. La noche se hace cada vez mas profunda, los ruidos se apagan al ritmo que se encienden las luces en los hogares... yo sigo afuera, luchando con el pudor, dudando si seguir o detenerme; si gritar o permanecer en silencio...sigo caminando desnuda, sintiendo demasiado frio y pensando si en realidad, esa sensacion la provoca la lluvia o la ausencia en mi, de palabras que me permitan describir lo que estoy viviendo por estos días... detengo mi andar frente a la vidriera de una libreria y me observo, el sol que se refleja en el vidrio no me deja ver mi imagen con total claridad pero lo que veo basta para que la realidad se haga presente...me distraigo pensando en cuando fue la ultima vez que lei un libro y ver el reflejo de las flores de mi vestido en esa vidriera, devuelve el calor a mis manos; una nuble oculta el sol por un segundo y al bajar la mirada al piso me encuentro nuevamente con mis pies descalzos sobre los charcos de agua de lluvia que se forman sobre la vereda... recorro cada espacio de mi cuerpo y vuelvo a sentir el viento helado de la noche invadir mi desnudez... Asi me siento en esta tarde primaveral y soleada... desnuda frente a la vida, vacia de palabras que me ayuden a expresar lo que siento, con el frio de los sentimientos que se congelan, con la oscuridad de mi pensamiento y necesitando el abrigo de tu voz.